Oriundo de Santa Cruz, El Marqués, Querétaro. Gustavo Ismael González Sánchez, mejor conocido como Chimue, el hombre más importante para Tiburones de Amazcala durante la Liguilla del Torneo de Copa 2023, compartió la trayectoria en su vida y las diferentes circunstancias que lo mantienen tan cercano al fútbol. Su padre, el encargado de arroparlo en sus inicios.
“Todo empezó gracias a mi papá, él fue futbolista y siempre me llevaba a ver sus partidos, de ahí me empezó a gustar el fútbol. Mis inicios fueron en un equipo que se llamaba Chelsea, de ahí mismo de Santa Cruz, jugaba pocos minutos porque tenía apenas quince años, yo quería jugar más pero bastaban esos minutos para ir agarrándole más”.
Con pasado en las diferentes competiciones aledañas a su ubicación (Zona Centro, Regional, Liga El Marqués, Intersemanal). Chimue fue ganando recorrido, incluso con fugaz paso por las inferiores del Club Querétaro. El atacante buscó compartir sus habilidades con los más pequeños de Santa Cruz, El Marqués. Situación que terminó por ser su más grande impulso, junto al sueño de algún día compartir el empastado con su hijo.
“Tengo una escuelita de futbol en mi rancho (Santa Cruz), todos los niños me dicen que les gusta cómo juego, esa es mi motivación. Cada que mencionan que quieren jugar como yo, que juego muy chido. Eso me da muchas ganas de seguir y me impulsan, sobretodo mi hijo, que también le gusta el fútbol. Apenas tiene cinco años pero quisiera más grande seguir jugando y poder jugar juntos, así como lo hice yo con mi papá”.
La historia de Gustavo con Tiburones de Amazcala ya tiene aproximadamente ocho años, una relación que en El Marqués llenó las vitrinas de los escualos. Sin embargo para Gustavo González, fue el conjunto de Beto Vera, PPM, los que le dieron la oportunidad de jugar en la Liga Burócrata Bancaria, llegando a la más intensa competitividad.
“Empecé a jugar con Tiburones en el 2015 en ligas en El Marqués, llevamos cinco títulos, cuatro allá en El Marqués y este que acabamos de ganar acá en la Bancaria (Primera Libre “B”). El nivel de la Liga Burócrata Bancaria está muy bueno, mi primer equipo en la LBB fue con PPM en la Primera Premier, en el 2020, que fue cuando le ganamos la final a San Pancho y la siguiente la perdimos contra ellos”.
La segunda corona para Chimue González en la LBB llegó tres años después, con el equipo de sus amores y con un panorama que pintaba prácticamente imposible. Vagales los tenía tendidos en la lona, con una ventaja importante. La garra y corazón por sus colores, además de una deuda con el representante de Amazcala, Marco Elias, permitió que lo dejaran todo, logrando la agónica remontada en la final de la Primera “B”.
“La final la tuvimos complicada en cierto momento, era un rival muy fuerte. Ya no teníamos nada que perder. Se la debíamos a Marco Elias, porque la otra liguilla que quedamos afuera teníamos todo para ganar en la Primera “C”. Platicamos en el descanso que teníamos que salir con todo y por todo. Sin importar que cayera el 3-1, nosotros debíamos resistir y no desanimarnos, todo el equipo se motivó, dio su máximo y ahí estuvieron los resultados”.
El hombre gol de Amazcala tiene claro su pasado y en agradecimiento a una persona en específico, envía siempre una dedicación especial al cielo, cada que consigue marcar anotaciones en los encuentros.
“Mi festejo siempre va dedicado para mi compadre, Marco Avila, apodado como ‘El Truchis’, él era de Pedro Escobedo, me empezó a llevar por aquellos rumbos, me fueron reconociendo y fue gracias a él que varios equipos me han hablado. Todos los goles van dedicados hacia él por eso (festejo al cielo)”, concluyó Gustavo Chimue González, emblema del título de Tiburones de Amazcala.
